Mi primer viaje al WPPI. Las Vegas 2012.
He vuelto de mi experiencia en el WPPI de Las Vegas muy emocionada por causas muy diversas. Una de ellas es que la primera visión que uno tiene de la ciudad desde el avión es de edificios de colores de múltiples formas. Uno tiene la certeza de que está en Las Vegas aunque nunca haya estado allí. En realidad podría ser un escenario virtual. Realidad dibujada. Desde el avión la sensación es la de entrar en un videojuego. Hoy en día en un mundo televisado, pintado, inventado no está clara la frontera entre realidad o ficción uno no sabe en que lugar podría situar a Las Vegas. Todos sus edificios son además de descomunales para un vulgar Europeo, sino que además están a caballo entre Disneylandia, CSI y una sensación a Benidorm. Pero todo a lo grande.
Durante el traslado al MGMGRANDHotel por unos ecònomicos 7$( mas el famoso gratuity tip) en un bus cuya ruta la deciden los pasajeros al momento de subir, uno se va acercando al Strip o Main Street y puede cerciorarse de las dimensiones gigantes a lo que está realmente habituado el americano medio. Pero únicamente te das cuenta de lo grande que es cuando entras en el Hall del Hotel y pisas la interminable moqueta acrílica de colores y diseños imposibles. Colas de americanos ataviados como si estuvieran en la playa, con gorra del revés incluida y con fajos de dolares por todas partes. En Las Vegas el dinero no importa.
Por unos días he podido olvidarme de "lacrisis". Allí no debe de saber lo que es por que todo funciona, todo está lleno. Además de consumir las 24horas al día, cualquier cosa, a todas horas no hay otra cosa que hacer. Es el culmen del Capitalismo puro y duro. En Las Vegas el dinero vuela, circula. Si intentas descansar siempre habrá alguien recordándote en que puedes gastar tu dinero. Si no estás comiendo o bebiendo botellas de agua a 6$(recordemos que es un desierto), te ofrecen todo tipo de atracciones que prometen sensaciones al mas puro "havefun" americano. Lo increíble es que ellos se divierten con cualquier cosa, hacen negocio de cualquier cosa y desde fuera parece que su sistema funciona. Lo mas alucinante es comprobar que las eternas hileras de tragaperras, bingo, apuestas y todo aquello relacionado con el juego está lleno de adultos de todas las edades y clase social que vienen a Las Vegas a gastarse los dineros sin ningún tipo de escrúpulo cuando medio mundo está pasando penurias. En definitiva Las Vegas es un mundo virtual.
El MGM GRAND Hotel, es un Hotel en honor a la Metro Goldin Mayer. De hecho un león de cartón- piedra dorado ,rodeado de una alfombra roja te recibe nada mas llegar. El león parece madeinchina, nada mas lejos del lujo que rodeó a la Metro. La única referencia a la productora que se agradece a lo largo de todo el Hotel es la colección de fotografías enmarcadas en dorado. El falsete se repite a lo largo de todo el hotel. Y el dorado también. El hotel es gigante. Tiene 4 torres en cruz de 20 plantas cada una, y teniendo en cuenta que mi habitación era la 16427 nos podemos hacer una idea de las dimensiones. Sin embargo lo interminable es el Lobby, que es casino y ciudad a la vez con todo tipo de centros de ocio y negocio.
2 Discotecas (un Studio 54, solo tiene el nombre)15 restaurantes, tiendas , atracciones, varios teatros, spa, centro de convenciones. Practicamente un IFEMA dentro del hotel con diferentes espectáculos. Desde unas exquisitas Show Girls, la magia de David Coperfield , un Circo del Sol, un anciano Neil Diamond o un still alive Rod Steward. La piscina y jardines desgraciadamente no estaban abiertas al público a pesar de que el clima era apetecible. Está claro que el americano medio sobrevive en un entorno climatizado 24h. y no echa de menos el sol. Todo lo que no tiene, lo recrea artificialmente y lo disfruta. Tanto es así que el centro comercial de tiendas de lujo que rodean al Cesars Palace recrea un pueblo de la Italia monumental con un cielo azulkindergarten con nubes. Lo que les falta por inventar es un sol artificial. Por que la Toscana de carton- piedra existe.
La habitación esta relativamente bien. Cama King size auténtica,como no. Es grande, de mal gusto pero el baño está renovado. Plancha y hielo accesible como en todos los hoteles americanos.
La convención se reparte entre el Trade Show (feria) y los workshows.(las clases). El trade show se reparte entre dos salas enormes con todo tipo de firmas relacionadas con álbumes, empresas de fotografía, imprentas, empresas de enmarcado, accesorios de atrezzo, y cualquier producto comercial relacionado con las websites y la fotografía. Los fotógrafos conocidos apoyan ciertas marcas, pero lo bueno es que dan workshops gratuitos a lo largo de todo el día. Es tal la saturación de información que el 4 día estas deseando llegar a casa y descansar. La realidad es que es muy emocionante por que el americano hace que parezca todo fácil y asequible. Es la personificación del easygoing americano. Everything is easy!
Sales con un aura lleno de optimismo que es lo que consigue desanimar a la crisis. Incluso llegas a tropezarte con Elvis. Esto es magia, es Disneylandia. ¿Como no vender fotografía?.
Dentro del Trade Show cabe destacar el Stand de Albumes Epoca, italianos de un blanco níveo subido y unas celosías que ya las quisiera yo en mí salón. Sus álbumes no tienen nada que envidiar a otras firmas que se promocionan mucho pero hacen justicia a su instalación.
El stand que recoge el espíritu americano en toda su amplitud es el Ridiculos Darling; un alarde de artículos de bebe a un precio abusivo de un extraño gusto vintage descarado y demasiado recargado. Recordemos que los bebes son bonitos en sí y no necesitan recordarnos la Navidad llevándola encima. Eso sí ese Stand estaba lleno todo el día de fotógrafos comprando compulsivamente artículos para su estudio. Ahora invadirán los hogares con niños- bebe inmortalizados en una postal. Quien sabe, quizá lo hagan para pasar un buen rato a costa del bebe ridiculizado. Las chicas del Stand lo tienen claro y no les importa declararlo abiertamente en su publi.
SESION DE PREBODA EN EL WESTIN MADRID PALACE DE MADRID
La idea de hacer un reportaje en el Palace me lleva rondando desde hace mucho tiempo.El Palace es un hotel especial. Lo conozco desde niña y siempre me ha parecido atemporal y elegante a pesar de los años que tiene. El hecho de escogerlo entre muchos de los hoteles de 5 estrellas que hay en Madrid es por que la decoración en cierto modo imperial no termina de ser recargada, cosa que no nos interesaba para estas fotos. El vestido de la novia, diseñado por María del Huerto es de novia clásico pero sobrio a la vez, descripción que encaja con la sensación que despide el Hotel. El tono de las fotografías pretende ser elegante, clásico pero innovador a su vez. Las primera parte que hicimos en la famosa cúpula napoleónica invadida de luz natural se resumieron en unos posados con el fin de que la pareja se fuera acostumbrando a los flashes y la cámara. Hicimos unas cuantas tomas de corte clásico y nos fuimos hasta la Suite 123, escogida especialmente por sus condiciones y la estética deseada.
